Web 3.0, blockchain y nombres de dominio ¿un nuevo comienzo?

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publicado el 1 diciembre 2021

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Una obviedad de libro, los sistemas centralizados se llevan fatal con la descentralización. Internet como la hemos conocido hasta ahora está a punto de cambiar, si no lo ha hecho ya. Nada es inmutable y hasta los pilares en los que se basa en gran parte el funcionamiento de la red de redes pueden cambiar radicalmente. Si bien internet nació como una red para poder funcionar aunque un nodo o diversos nodos estuvieran caídos, sigue habiendo aspectos troncales para que funcione. El sistema de nombres de dominio DNS es uno de ellos. Este sistema, si se me permite resumirlo rápidamente, se creó para que todos tuvieramos más fácil conectarnos a los diferentes servidores que generan la red sin aprendernos sus direcciones, basta solo conocer su nombre y que el sistema resuelva y nos rediriga al servidor que estábamos buscando. El sistema de nombres de dominio es una gran base de datos jerárquica distribuida y dirigida en mayor medida por la ICANN. Esta entidad decide cuantos TLDs se ponen en funcionamiento y cuida del cumplimiento y supervisión de la misma.

Como se puede observar siendo una base de datos jerarquizada, enseguida nos viene a la cabeza que blockchain puede ser una solución muy buena para descentralizar la base de datos y modificar el sistema de gobernanza actual existente dirigido en gran medida por la ICANN. No es momento para discutir sobre la necesidad o no de ICANN y lo ya comentado sobre el lanzamiento de nuevos TLDs, las políticas discutibles que en algunos momentos se han puesto en marcha, el coste excesivo de las nuevas extensiones, su utilidad, etc.

La descentralización está poniendo patas arriba todo lo que conocemos y la propia ICANN ha lanzado una advertencia sobre nuevos proyectos en materia de dominios que según la propia ICANN pueden llevar a error y confusión a los usuarios/as de internet. Se empiezan a comercializar incluso por registradores acreditados por ICANN dominios que no funcionan con el sistema DNS y requieren de cierta habilidad para su utilización. Esto realmente no es nuevo, ya han existido anteriormente proyectos que han utilizado dominios fuera del sistema como por ejemplo podían ser los dominios .onion de la red Thor.

Creo que la diferencia actual con estos nuevos proyectos es que está emergiendo realmente esta nueva forma de entender internet a través de la descentralización que puede determinar ese cambio de paradigma, y reitero de cambio del sistema de gobernanza. Proyectos como Handshake prometen tener tu propio TLD con cualquier tipo de caracter e incluso emojis, fuera del sistema DNS, o sin ir tan lejos el ya más famoso .eth; y los que seguramente irán apareciendo en un corto periodo de plazo.

Las bondades de estos nuevos sistemas de nombres de dominio son la propia descentralización de la base de datos, estar al margen de una entidad que centraliza el sistema, la privacidad que permite que simplemente tengas un nombre de dominio con la clave de tu wallet y todo lo que ello conlleva en seguridad, etc.

Establecidas las bondades ahora es cuando surgen las cuestiones quizá mas preocupantes (o interesantes).

1.- ¿Estamos preparados para una verdadera privacidad de los nombres de dominio? Hace no tanto tiempo, el whois era una herramienta vital de transparencia para conocer el titular de un nombre de dominio, aunque generaba problemas de spam, phishing y demás, otorgaba cierta seguridad y posibilidad de acción ante ciberocupaciones, etc. Con la llegada del RGPD se ha modificado y se han establecido de otros sistemas para contactar con los titulares de los dominios, ahora nos podemos encontrar con otra vuelta de tuerca más. Mayor privacidad ¿mayor opacidad? iremos viendo.

2.- Resolución de controversias en nombres de domino. Con el sistema DNS cuando adquirimos un nombre de dominio nos sometemos al arbitraje en caso de controversia de un nombre de dominio. Todos los días se publican resoluciones de las diferentes instituciones también acreditadas por ICANN que resuelven los conflictos entre titulares de los dominios y cualquier tercero que considere que tenga derecho sobre los mismos. ¿Cómo solventaremos estas disputas en un sistema descentralizado y que permite generar cualquier TLD incluso con el nombre de una marca renombrada? Quizá la respuesta la tenga la propia tecnología utilizada y se puedan implantar contratos inteligentes que resuelvan estas disputas de forma automatizada sin intervención humana.

Interesante camino que tenemos por delante y retos que el mundo jurídico tiene que ir planteándose